Con
respecto a la evaluación, la entendemos como un instrumento de mejora del
proceso de enseñanza-aprendizaje, para ello hemos evaluado, tanto el proceso de
aprendizaje como el proceso de enseñanza.
Así en
relación al qué evaluar, propusimos
una serie de criterios de evaluación, los cuáles nos han servido de referente.
En cuanto al
proceso de aprendizaje, los criterios recogidos fueron los siguientes:
·
Participa de manera activa y participativa en el
desarrollo de las actividades.
·
Conoce y utiliza adecuadamente las diferentes
fuentes de información.
·
Trabaja de manera colaborativa aportando sus ideas.
·
Respeta las normas establecidas para mantener un
diálogo colectivo, respetando las ideas de los demás.
·
Utiliza sus argumentos para defender sus ideas ante
el grupo.
·
Aplica los conocimientos previos estudiados para
proponer ideas.
·
Es creativo a la hora de imaginar nuevos inventos.
Para los
cuales el resultado ha sido muy bueno, pues al ser una actividad motivadora, ha
implicado a todos, aprendiendo a trabajar de manera colaborativa, aprendiendo a
respetar las normas que rigen una conversación, intentando argumentar sus
ideas, defendiéndolas y respetando las de los demás…. Por lo tanto, con
respecto a los resultados obtenidos, éstos han sido totalmente satisfactorios.
De la misma
manera se ha procurado atender a la
diversidad dentro del aula, partiendo del nivel real de los alumnos y
teniendo en cuenta las diferencias individuales, así como los distintos ritmos
de aprendizaje de cada niño/a. Así mismo, se han utilizado distintos tipos de
agrupamiento, gran grupo, pequeños grupos y actividades individuales, en
función de los objetivos propuestos para cada actividad.
Así con
respecto a esta evaluación, comentar que el proceso de enseñanza ha sido
eficaz, puesto que ha conseguido movilizar y motivar a la totalidad de la
clase, mediante actividades lúdicas y vivenciadas, con una metodología activa y
participativa, utilizando las tic como recurso y como contenido, fomentando la
participación activa también de la familia, a través de la colaboración en las
actividades desarrolladas. Ahora bien, quizás hubiera sido recomendable
extender más la actividad en el tiempo, pues todo ha estado demasiado
concentrado, pero bueno el tiempo es el que había y hemos intentado
aprovecharlo de la mejor manera posible.
Con respecto
al cómo evaluar, se utilizaron como
procedimientos e instrumentos de evaluación la observación sistemática y el
análisis de las tareas de los niños/as.
Para el análisis de las tareas, se tuvieron en cuenta los trabajos realizados por los
niños/as así como sus intervenciones orales y su participación en la actividad.
Y
finalmente, en cuanto a cuándo evaluar,
nuestra evaluación ha tenido un carácter continuo y sumativo, pues se evaluaron
las ideas previas al inicio del proyecto, para conocer el punto de partida, así
mismo, se fue valorando la actividad a lo largo del proceso a través del
seguimiento de las distintas actividades y la realización de las tareas por
parte de los niños, recogiendo los aspectos más relevantes y finalmente, al
concluir la actividad, mediante los criterios de evaluación recogidos
anteriormente.
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